Secastilla 2018

Denominación de origen Somontano

Tipo de vino: Tinto
Tipo de uva: Garnacha principalmente
Elaboración: Crianza

Viñedos de procedencia: Pagos “Latre”, “Buil”, “Guardia Miranda” y “Plano Salinas” situados en el valle de Secastilla.
Los pagos del “Valle de Secastilla” están situados en el extremo noreste del Somontano y reunen un especial “microclima mediterráneo” bien diferenciado para el cultivo de la vid, olivos y almendros. En laderas pedregosas situadas por encima de los 700 metros sobre el nivel del mar, hemos recuperado viñedos muy antiguos de Garnacha, variedad tradicional del valle de Secastilla. La altitud relativa y su especial orientación hacen que sea una zona con muchas horas de insolación lo que favorece la maduración del fruto. Todo esta zona es de secano y los suelos son franco-arenosos con bastante pedregosidad.

Fue la madrugada del 4 de Octubre cuando vendimiamos los racimos de Garnacha de Guardia Miranda para el Secastilla 2010. Hicimos una tría en las viejas cepas formadas en vaso y después de vendimiadas en pequeñas cajas y realizamos una segunda selección sobre la mesa de triaje a pie de viña. Tras ésta, procedimos a despalillar los racimos y encubamos en el mismo momento con refrigeración de la vendimia. Posteriormente, condujimos el depósito a bodega donde se descargaron y maceraron durante tres días antes de la fermentación alcohólica del mosto. Esta última transcurrió durante 15 días a una temperatura siempre inferior a 25ºC. Tras el descube y prensado, el vino pasó a barricas nuevas de roble francés para hacer de forma espontánea y natural la fermentación maloláctica. La estancia y reposo en barrica se prolongó hasta 10 meses, lo que conllevó una estabilización de forma natural. Posteriormente pasó a depósito y fue embotellado en el mes de marzo de 2012 para continuar el proceso de crianza en botella hasta el momento de su descorche.
Nota de cata: El Secastilla es un vino muy diferente al estilo que nos tiene acostumbrados el Somontano. La Garnacha de altura nos ofrece un vino extraordinariamente seductor. La lenta maduración del fruto hace que la parte más fresca del mismo quede patente en el vino. En especial los aromas a fruta roja ácida como la cereza o la fruta silvestre como la grosella, acompañados por un fondo de buena madera tostada que recuerda al chocolate y al cigarro habano. En la boca observaremos el recuerdo de lo percibido en nariz, dándonos plena satisfacción por la concentración del sabor y la longitud del vino.(José Ferrer, Viñas del Vero).

Temperatura óptima de servicio entre los 16 y 18ºC.
Combina perfectamente con carnes rojas, platos de caza y guisos.